Beneficios de las calderas de gas

 

¿Está interesado en adquirir una caldera de gas? ¿Necesitas reemplazar el que tienes en casa? Si tiene preguntas sobre las diferentes calderas de gas, este artículo es para usted. Podrás conocer los tipos de calderas que existen en el mercado (según el sistema de combustión y el modo de instalación u operación), las principales ventajas y desventajas de cada grupo, los precios y las marcas más importantes. Infórmese también sobre las subvenciones para el cambio de caldera que existen.

 

Tipos de calderas

 

Según el sistema de combustión

 

En primer lugar, es necesario conocer cuáles son los diferentes tipos de calderas que existen en el mercado. Identificar sus características te permitirá elegir la más práctica, en función de las necesidades de la casa y el presupuesto. Dependiendo del mecanismo de combustión, las calderas pueden ser atmosféricas o selladas. Las calderas atmosféricas absorben el aire que necesitan para la combustión del gas directamente de la habitación en la que están instaladas. De esta forma, es necesario que este espacio esté debidamente ventilado. Las calderas atmosféricas tienen ciertos inconvenientes, debido a que su cámara de combustión no está debidamente aislada del espacio en el que están instaladas.

 

Debido a estos inconvenientes de seguridad, el Real Decreto 1027/2007 estableció que a partir de 2010 está prohibida la instalación de calderas atmosféricas. Por supuesto, esto no significa que los propietarios de calderas atmosféricas se vean obligados a deshacerse de ellas de inmediato. Sin embargo, se recomienda sustituirlas por otro tipo de caldera, dependiendo del sistema de combustión: calderas estancas.

 

Las calderas selladas son aquellas con una cámara de combustión cerrada, lo que evita que los gases producidos por la combustión ingresen al espacio o habitación. Por este motivo, se consideran más seguros que los de la otra clase.

 

Según el tipo de instalación

 

Dentro de este criterio, podemos hablar de calderas de gas de pie o calderas de gas de pared. Las calderas de suelo o de suelo, como su nombre indica, son las que se instalan a nivel del suelo. Las otras, calderas de pared, son las que suele ver en la mayoría de los hogares. Se colocan a media altura, junto a la pared en el espacio más adecuado para su instalación.

 

Según su funcionamiento y rendimiento

 

En esta “clasificación” encontramos tres tipos de calderas: estancas estándar, de condensación y bajas en NOx (óxido de nitrógeno) clase 5. Las calderas estancas estándar son las más antiguas del mercado. Por esta razón, han sido superados, en términos de rendimiento y eficiencia energética, por sus competidores.

 

Las calderas de condensación se caracterizan por la condensación en el interior de la caldera de los vapores de los gases de combustión. En otras palabras, utilizan la energía que existe en el vapor de agua. Se aprovechan de ello. Destacan por su alto rendimiento y bajas emisiones de dióxido de carbono. Se recomiendan para viviendas en las que existan sistemas de calefacción, como radiadores de gran superficie o suelo radiante, que aprovechan la energía de la condensación.

 

Finalmente, dentro de este criterio de comparación destacan las calderas bajas en NOx clase 5. Estas calderas son selladas, pero con un sistema de combustión diseñado para reducir al máximo las emisiones de dióxido de carbono. En este equipo, el quemador se enfría con agua y esto permite bajar la temperatura de los gases de combustión y los niveles de contaminación. Su rendimiento es superior al sellado estándar, pero no alcanza el de las calderas de condensación.

 

Ventajas y desventajas de las diferentes calderas

 

Cuando se trata de comparar calderas atmosféricas con calderas selladas, no hay duda de que estas últimas son las más convenientes y seguras. De hecho, insistimos en que la instalación de calderas atmosféricas está prohibida en España desde 2010. Además, se recomienda encarecidamente sustituirlas por calderas estancas. Sin embargo, sobre la base de los otros criterios, la comparación debe tener en cuenta diferentes factores, como el nivel de rendimiento, el consumo o la eficiencia energética y la seguridad.

 

Al elegir entre calderas de gas de piso o calderas de pared, una cosa a considerar es el espacio donde desea instalarlas. Las ventajas de las calderas murales son que son más pequeñas, se adaptan a casi cualquier espacio y se colocan junto a la pared. Por lo general, son los más recomendados (y utilizados) para satisfacer las necesidades de agua caliente y calefacción en la mayoría de los hogares, ya sean viviendas unifamiliares o apartamentos en edificios de apartamentos.

 

Sin embargo, las calderas de suelo tienen la ventaja de tener generalmente un nivel de potencia más alto. Por este motivo, se recomiendan para su instalación en viviendas unifamiliares que tengan una alta demanda de calefacción y, sobre todo, agua caliente. Como ya hemos mencionado, se colocan contra el suelo; Y si tienes suficiente espacio, pueden ser buenas posibilidades. A la hora de comparar entre: (i) calderas estancas estándar, (ii) calderas de condensación y (iii) calderas bajas en NOx de clase 5, se debe prestar una consideración fundamental al rendimiento y la eficiencia energética.

 

Por lo tanto, las calderas que entran en la categoría de sellado estándar tienen la ventaja de ser más seguras y limpias. Debido a una cámara de combustión completamente cerrada, no es posible que los gases ingresen al espacio en el que se encuentra la caldera. Pero, además, esto permite que su funcionamiento no se vea afectado por

 

En cuanto a una ventaja general de las calderas de gas es el hecho de que las tarifas de gas son más baratas que las de electricidad. El precio del kilovatio hora del gas natural es casi un tercio que el de la electricidad.